lunes, 18 de mayo de 2020

Valores y educación

El ser humano es de naturaleza indeterminada. Las personas se ven obligadas a decidir continuamente cómo y hacia dónde quieren dirigir su vida. El origen de lo moral está en la necesidad de decidir cómo se quiere vivir, a pesar de presiones sociales y los condicionamientos biológicos y culturales.
Desde este punto de vista la misión de la educación en valores debería consistir en la superación de la socialización de los mismos para fijarse objetivos próximos a la capacidad crítica, autonomía y racionalidad de la persona en situaciones de conflicto ético.
¿ Qué son los valores?
El valor es tanto un bien que responde a necesidades humanas, como un criterio que permite evaluar la bondad de nuestras acciones. El valor es, entonces, una propiedad de las cosas o de las personas. Todo lo que es, por el simple hecho de existir, vale. Un mismo objeto (persona o cosa) puede poseer varios tipos de valores, por ejemplo, un coche puede ser útil además de bello.
Los valores valen por sí mismos, se les conozca o no. Van más allá de las personas, es decir, trascienden, por lo que son y no por lo que se opine de ellos. Todos los valores se refieren a las necesidades o aspiraciones humanas. Las personas buscamos satisfacer dichas necesidades. Los valores físicos, como el afecto y la salud, así como los valores económicos, el poseer una existencia con un mínimo de confort, satisfacen en gran medida estas necesidades básicas.
Es obvio que no vamos a insertar los valores como un curso más, dentro del currículo porque estos se practican, en un trabajo conjunto de la comunidad educativa, de su organización estratégica, de sus actividades: las actividades extracurriculares, charlas preventivas (drogas, embarazo precoz, violencia familiar o de género), talleres de habilidades sociales, sexualidad, hábitos de estudios, etc.
Clases de valores:
El valor moral perfecciona a la persona en cuanto ser humano, en su voluntad, en su libertad, en su razón. Se puede tener buena o mala salud, más o menos cultura, por ejemplo, pero esto no afecta directamente al ser hombre o mujer. Sin embargo vivir en la mentira, el hacer uso de la violencia o el cometer un fraude, degradan a la persona, empeoran al ser humano, lo deshumanizan. Por el contrario las acciones buenas, vivir la verdad, actuar con honestidad, el buscar la justicia, le perfeccionan. El valor moral te lleva a construirte como hombre, a hacerte más humano.
Para lograr comprender plenamente los valores morales debemos analizar la relación que éstos guardan con otro tipo de valores. Siendo el ser humano el punto de referencia para los valores, cabe ordenarlos de acuerdo con su capacidad para perfeccionar al hombre. Un valor cobrará mayor importancia en cuanto logre perfeccionar al hombre en un aspecto más íntimamente humano:
  •  Valores infrahumanos: Son aquellos que sí perfeccionan al hombre, pero en aspectos más inferiores, en aspectos que comparte con otros seres, con los animales, por ejemplo. Aquí se encuentran valores como el placer, la fuerza, la agilidad, la salud.
  •  Valores humanos inframorales: Son aquellos valores que son exclusivos del hombre, ya no los alcanzan los animales, únicamente el hombre. Aquí encontramos valores como los económicos, la riqueza, el éxito, por ejemplo. La inteligencia y el conocimiento, el arte, el buen gusto. Y socialmente hablando, la prosperidad, el prestigio, la autoridad, etc. 
  • Valores Instrumentales:Son comportamientos alternativos mediante los cuales conseguimos los fines deseados. 
  •  Valores Terminales:Son estados finales o metas en la vida que al individuo le gustaría conseguir a lo largo de su vida. 
Educación en valores:
La educación en valores se puede definir como un proceso de desarrollo y construcción personal. Educar en valores significa encontrar espacios para que el alumnado sea capaz de elaborar de forma racional y autónoma los principios de valor, principios que le van a permitir enfrentarse de forma crítica a la realidad. Además de acercarles a costumbres y comportamientos relacionados con las normas y teorías que hayan hecho suyas, de manera que las relaciones con los demás estén orientadas por valores como la justicia, la solidaridad, el respeto y la cooperación.
La educación en valores se apoya en la necesidad que tenemos las personas de involucrarnos con determinados fundamentos éticos que son aptos para evaluar nuestras propias acciones y las de los demás.
Durante los últimos años estamos viviendo un notable aumento de problemas sociales, como incremento de violencia, racismo, discriminación,… Cada vez son más frecuentes las noticias relativas a sucesos violentos en las escuelas, hogares, etc.
A medida que aumentan estos problemas son más las personas que delegan a las escuelas tareas y funciones para dar respuestas a dichos obstáculos sociales. La sociedad pide que no se transmita simplemente conocimientos, si no que las escuelas formen a personas capaces de vivir y convivir en sociedad, en un clima de respeto, participación y libertad.
El compromiso de educar aportando valores comienza en la familia. Los niños están aprendiendo continuamente de sus padres y madres, no sólo lo que les cuentan sino, sobretodo lo que ven en ellos/as, cómo actúan al pedir las cosas, al defender a alguien, al relacionarse con los demás, cómo reaccionan ante los problemas, al renunciar a algo, etc.
Los niños y niñas descubren demasiado pronto que en el entorno social se valora sobretodo el consumismo, el triunfo personal y social a cualquier precio, la falta de respeto a otras personas, las conductas discriminatorias,… Los valores familiares definirán el buen criterio de los niños y niñas para reflexionar y decidir si estos contravalores son aceptables o no.
Debemos tener presente que los valores se transfieren a través del comportamiento en el día a día y con el ejemplo práctico. Por eso desde temprana edad hay que infundirles valores, como: la importancia de persistir ante cualquier dificultad, que sepan luchar para lograr un objetivo, aunque no siempre se consiga primera lo que se busca a la primera, etc.
La educación continúa en la escuela, donde se demanda una conducta ejemplar al profesorado, el uso de normas en las que se fomente la reflexión, la participación en la toma de decisiones, la solución y gestión de conflictos,…
Unir la educación con los valores tiene que ver con la calidad de la enseñanza. Una calidad que no sólo se refiere a los recursos de los que se dispone sino a educar la capacidad de diálogo de los alumnos y alumnas, su autonomía, su racionalidad, con el objetivo de construir principios y normas que actúen sobre su conocimiento y su conducta.
Educación moral:

De esta forma, en nuestras escuelas no podemos ignorar todo esto y debemos establecer dentro del currículo de forma más o menos explícita, una educación rica en valores que traspase más allá de esos temas transversales, por todos/as conocidos, sino más bien trabajar cotidianamente habilidades sociales, inteligencia emocional, la capacidad de crítica y autocrítica, empatía, asertividad…, y establecer los marcos de una importante educación ética y moral.

En conclusión, pienso que educar en valores es de las cosas más importantes que un docente debe llevar a cabo y por ello, y con la cooperación de la familia debemos formar futuras personas que tengan unos valores y respeten al resto de los miembros con los que convivan en la sociedad.
Y por ultimo, veremos un vídeo que han realizado mis compañeros en clase y recogen todo lo mencionado anteriormente.

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