Las personas que sufren sordera están padeciendo estos días una suerte de doble aislamiento o doble confinamiento: no solo están recluidas en casa, como todo el mundo, sino que también lo están cuando salen a la calle por las mascarillas.
Estas personas utilizan, en mayor o menor medida, la lectura labial para poder entender a las personas y en un mundo lleno de mascarillas ese recurso desaparece.
Todas aquellas personas que necesitan la lectura labial para acceder a la información y a los mensajes de su interlocutor no pueden beneficiarse de ella. Lo cual les dificultad muchísimo las relaciones en una situación, en general, de estrés para todos», explica Carmen Abascal, Psicóloga y logopeda y directora de AG BELL International.
Pedro Jesús Vega es el presidente de la Asociación de Personas Sordas de Jerez (Apesorje) y explica lo que está viviendo diariamente así: «Lo estamos padeciendo muchísimo. Necesitamos la lectura labial. Ahora mismo tenemos cero comunicación y además en un momento en el que no podemos tener interpretes de lengua de signos por el confinamiento. Es un caso de discriminación muy grave». Mientras se lo cuenta a Newtral.es, su hijo Antonio Jesús Vega, Socio Fundador de Comunicados en Lengua de Signos, interpreta en lengua de signos lo que está diciendo.
«Esta dificultad la van a encontrar siempre y en todo momento, cuando salgan de sus casas y se encuentren con personas con mascarillas», resume Carmen Abascal.
Pedro Jesús también explica que, desde que es presidente de la asociación, ha insistido en la necesidad de que el personal público tuviera unas nociones básicas de lenguaje de signos. «Ahora ha surgido la pandemia del coronavirus y resulta que nos ha afectado muchísimo. Antes teníamos la lectura labial para intentar salvar algo pero es que ahora con las mascarillas es cero comunicación».
Además, también estos días se junta otro problema más además de la lectura labial: la distancia entre personas. «Cuanta mayor distancia hay, menor es la relación señal-ruido. Es decir, menos destaca el mensaje y se hace más difícilmente audible».
Andrea Sánchez nos cuenta su historia a través de WhatsApp. La discapacidad auditiva profunda que tiene en ambos oídos le impide mantener una conversación telefónica con alguien que no sea de su círculo cercano. Tiene un implante y ello ha mejorado notablemente su experiencia respecto al audífono, una etapa en la que recuerda cómo tenía que mirar los labios a todo el mundo, incluso a sus padres, para entenderles. Hoy, a sus 25 años, esta estudiante de Desarrollo de Aplicaciones Web quiere servir de voz de todas aquellas personas sordas para las que el coronavirus es aún más complicado: mascarillas que impiden la lectura labial, clases virtuales sin intérpretes o información televisada sin subtítulos son algunas de las cuestiones que dificultan mucho su día a día.Así lo asegura Eva María Morales, presidenta de la Asociación de Padres de Niños Sordos de Salamanca (ASPAS). “Algunos profesores mandan vídeos para hacer una práctica y no se dan cuenta que están sin subtitular y que por lo tanto para ellos es imposible. Y ya las clases por videollamada ni te cuento. Todo lo que no te manden por escrito estás perdido”, afirma. Es por ello que Andrea Sánchez apunta a que si en el ámbito de la Educación no se garantiza un intérprete podría acarrear importantes desajustes. “Es muy fácil frustrarse y dejar las clases en mitad de curso”.
https://www.dclm.es/noticias/98841/como-comunicarse-con-una-persona-sorda-en-tiempos-del-covid-19
https://www.newtral.es/sin-poder-leer-los-labios-por-las-mascarillas-el-doble-confinamiento-que-sufren-las-personas-sordas/20200418/
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